Toni Navarro
El PP de Sevilla no respalda la moción de censura que han firmado sus ediles en Palomares
Revocar la construcción de la estación de servicio que cuenta, entre otros, con el informe favorable de la propia Consejería de Salud y Familias de la Junta, podría suponer un acto de prevaricación. En el caso de que finalmente no se llevara a cabo el proyecto junto a una urbanización residencial, el Ayuntamiento estima una indemnización de dos millones de euros

Palomares del Río se ha convertido en todo un polvorín político y social con repercusión directa entre los principales partidos de la provincia protagonistas, casi sin quererlo, de una polémica moción de censura, la cuarta desde las primeras elecciones municipales democráticas en 1979, a cuenta de la instalación de una gasolinera low cost. Y es que el próximo 4 de mayo, Palomares del Río cambiará de alcalde.
Palomares del Río es un caso singular en la política. Este municipio del Aljarafe sevillano no llega a los 10.000 habitantes, según el último censo que se ha triplicado en una década, pero apunta hitos muy llamativos: tuvo la primera alcaldesa de la democracia en la provincia de Sevilla, es de los pocos ayuntamientos que ha sido gobernado por más mujeres que hombres, cinco frente a dos, y ha encadenado cuatro mociones de censura en una corporación de trece concejales. La última ha dado pie a un pacto antinatura que ha unido a fuerzas tan dispares como Podemos y Vox para arrebatar al PSOE la Alcaldía. La ensalada de siglas que facilitará el cambio a un año de las elecciones municipales es variada: Cs, PP, Podemos y Vox. Sólo IU se desmarca de un acuerdo que ve “injustificado”.
El argumento es la polémica suscitada a cuenta de la instalación de una gasolinera low cost en el centro urbano. Tras las protestas de los vecinos afectados, los grupos de la oposición se han unido para criticar la inacción de la alcaldesa, Ana Isabel Jiménez. El agrio debate ha derivado en la presentación de la citada moción de censura. Para la regidora es sólo una excusa y lamenta que la tensión municipal haya subido exponencialmente al amparo del adelanto electoral en Andalucía y la situación de partidos como Ciudadanos que, si prospera esta iniciativa, conquistará su segunda Alcaldía en la provincia. Actualmente el partido naranja sólo cuenta con un ayuntamiento sevillano, el de Almadén de la Plata, donde obtuvo mayoría absoluta con un equipo de ediles que procedían de otro partido independiente, y sumará Palomares del Río a la nómina de 19 municipios donde gobierna en Andalucía.
Coinciden en este razonamiento los dos concejales de Izquierda Unida que, aunque han rechazado públicamente la instalación de dicha estación de servicio, consideran que la moción no está justificada y que se trata de un pacto basado en intereses personales. De hecho, apuntan que hay dos ediles firmantes de la moción que son residentes en la zona que estaría afectada por el nuevo surtidor de combustible.
Al margen de las interpretaciones políticas, hay una razón de peso que esgrime en su defensa la alcaldesa socialista que fue presionada por la oposición el pasado mes de marzo con una moción donde se le exigía que revocara la licencia municipal para la gasolinera: la promotora ha cumplido con todos los trámites y no puede tumbar ya el permiso sin causa legal. Precisamente esa limitación ha sido esgrimida por el portavoz de Ciudadanos en anteriores ocasiones, recordándole al PP que ese paso supondría incurrir en una prevaricación y que las consecuencias podrían derivar en un grave perjuicio para las arcas municipales. Pero semanas después ambos partidos se han unido para derrocar a la socialista ante la indignación de la alcaldesa. Y no se trata sólo de un pacto de derechas, al que se ha unido también la concejal de Vox, pues la moción de censura ha sido firmada igualmente por Podemos, un gesto que supondrá para la concejal de esta formación, Reyes Reche, su adscripción al grupo mixto puesto que no ha consultado con su círculo y ha tomado la decisión de manera unilateral.
¿El argumento es la gasolinera? En el pueblo la mayoría coincide en que es un oportuno velo que brinda a Cs la ocasión de lucir a un candidato que es también portavoz adjunto en la Diputación de Sevilla de una formación desintegrada y donde hay militantes que no ocultan ya su acercamiento al PP. La estabilidad ha sido muy complicada en los últimos meses en Palomares del Río, sobre todo, aseguran en el PSOE, una vez que se abrió el debate sobre el adelanto electoral y también de las posibles listas conjuntas de Cs y PP.
También en otros entornos políticos hay quienes apuntan a que Jiménez ha recibido un poco de su propia medicina, pues llegó a su cargo en 2018 tras una moción de censura a la entonces alcaldesa del PP, Lola Rodríguez, que fue desalojada definitivamente tras una segunda moción que prosperó tras sumarse a la oposición un ex concejal del PP adscrito al grupo mixto que votó, según sus palabras, contra la persona de la alcaldesa, no contra el partido. La división que experimentaban en esos momentos los populares pasó factura. El PSOE afrontó la investidura de su alcaldesa con el apoyo de IU y un partido independiente. Tras revalidar su cargo en las urnas prescindió de sus compañeros de viaje y optó por un gobierno en minoría que finalmente ha sido tumbado.
La primera alcaldesa
Los aires soplan a izquierda y derecha en este pueblo del área metropolitana desde que Carmen Pichardo se convirtió en la primera alcaldesa de la democracia en la provincia de Sevilla y en una de las nueve que conquistaron el bastón de mando en esos primeros comicios en Andalucía. Es otro hito político de este pueblo sevillano. Dicha pionera era socialista, gobernó durante dos mandatos, el segundo con mayoría absoluta, hasta que perdió su sillón a manos de Concha Moreno, una joven universitaria que se enroló en el proyecto de Julio Anguita y que sufrió también una moción de censura. Gobiernos de izquierdas y luego independientes hasta que llegó el cambio a manos del PP, con Lola Rodríguez a la cabeza, una alcaldesa que lidió también con dos mociones de censura: en la primera se impuso IU con Juana Caballero como alcaldesa; y en la segunda fue el PSOE quien le arrebató el bastón de mando, el mismo que da ahora el relevo a la derecha.
En el pueblo estos vaivenes aumentan la desafección por la política de sus vecinos que coinciden en que los intereses personales se imponen por encima de las siglas. Ana Isabel Jiménez dejará de ser la alcaldesa probablemente el 4 de mayo y se despedirá con una advertencia: “Amenazo con volver”, comenta dispuesta a seguir dando la batalla.
Historia municipal que demuestran que la política, en las pequeñas localidades, va también más allá de las disciplinas y los programas de los partidos.