La Voz de Coria
Cuñas Las Melonas. "Mi madre es de Coria del Río y allí tiene el apodo de Los Melones"
Actualizado: 30 mar 2022
Hoy son muchos los establecimientos que venden pasteles pero en muchos de ellos entró la llamada «bollería industrial» que tan poco recomiendan los nutricionistas. Sin embargo, aún hay algunos donde poder degustar los pasteles como antiguamente se hacían. En La Puebla del Río se encuentra uno de los lugares con más fama de toda la comarca, el obrador Ntra. Sra. Del Rocío, más conocido por «Las Melonas». Llevado por los hermanos Montero, Dori, Mª José, Mª Luisa y Ángel,

En La Puebla del Río se encuentra uno de los lugares con más fama de toda la comarca, el obrador Ntra. Sra. Del Rocío, más conocido por «Las Melonas». Llevado por los hermanos Montero,Dori, Mª José, Mª Luisa y Ángel, son famosos por crear dulces completamente artesanales con las recetas originales de antaño, culpables de llevar más de dos décadas endulzando a los paladares más exigentes. «Mis padres no se han dedicado nunca a los dulces. Eso sí, mi madre siempre había hecho muy bien las cañitas y los quemaditos, incluso le ayudaba con éstos a otra cafetería», comenta Dori.

Quien las ha probado, lo sabe; las cuñas de Las Melonas son las mejores, no sólo de La Puebla del Río, donde se ubica su obrador-pastelería original desde 1996, sino de toda la provincia de Sevilla. Masa blanda, jugosa y esponjosa acompañada de una crema y una cobertura en su punto de dulzor hacen que el sabor sea indescriptible. Pero no sólo de cuñas vive este negocio que se ha convertido en todo un referente en la elaboración de dulces típicos sevillanos .
El poder disfrutar de tal manjar se lo debemos a Dolores Gutiérrez y sus hijas María Luisa, Mª José y Dori Montero Gutiérrez. Esta última recuerda como "los comienzos, cuando aún éramos el Obrador Virgen del Rocío, fueron muy duros". No fue hasta diciembre de 2008, cuando abrieron las dos cafeterías, cuando decidieron añadir el nombre que las ha encumbrado, Las Melonas. "Mi madre es de Coria del Río y allí tiene el apodo de Los Melones, una denominación que viene del bisabuelo de mi madre que era picador de toros y en la plaza la gente le aplaudía y vitoreaba y le decían que era capaz de picar un melón y de ahí viene el apodo".
La primera repostería se fundó en 1996 «por casualidades de la vida», justo en la parte baja de la casa de sus padres. «Empezamos sin saber, pero poco a poco fuimos puliendo la técnica. De hecho, nuestro amigo Curro «El Pulga» fue el que nos enseñó y ayudó a montar todo el mobiliario», explica Mª José. «Lo primero que nos dijo fue que aquí se sabe cuándo se acaba, pero no cuándo se termina».
Este negocio tiene más de 20 empleados repartidos entre los distintos puntos de venta. «Los trabajadores nunca tocan los ingredientes principales, tan sólo amasan y hacen el dulce final. Sobre todo la receta de las cuñas es un secreto que guardamos bien y sólo las elaboramos los dueños», aclara Dori.
Para suplir la inmensa demanda de dulces, todos los días están a las 7 en punto elaborando pasteles. «Tan sólo hacemos una parada a las 8 para llevar a los niños al cole. Y ya luego hasta la hora de cenar», comenta Mª José.

Hay un detalle fundamental y es que las «auténticas» cuñas de «Las Melonas» sólo pueden comprarse en los establecimientos de la familia Montero. «Hay muchísimas cafeterías que venden sus cuñas como nuestras, cosa que es imposible. Sólo las vendemos nosotros y no trabajamos con terceros que las comercialicen», aclara Dori.
De lunes a domingo, el obrador nunca paró y el sobreesfuerzo, y la falta de interés de dedicarse a este sector de las nuevas generaciones de la familia, ha llevado a Las Melonas a cerrar en 2021 las dos cafeterías y seguir exclusivamente con el obrador (aunque tienen distintos puntos de venta), del que siguen saliendo con maestría dulces de sabor único que atraen a gente de toda la provincia a diario.
El secreto de las cuñas de Las Melonas
Las Melonas se dedica en este momento, exclusivamente, a la elaboración de pasteles y helados. Sin duda, el máximo reclamo siguen siendo las cuñas, pero del horno salen otros manjares como las palmeras de huevo, barquitos de los antiguos, San Marcos, cañitas, quemaítos, merengues, sultanas... y dos de las elaboraciones más novedosas y que tienen buena aceptación: los roscos de nueces y crema y las ensaimadas de pasas y de nata.

Ante la pregunta insistente, ¿cuál es el secreto de las cuñas? La respuesta de Dori es clara: "No hay secretos. El único secreto está en hacer el pan como antiguamente, hacer la yema en un cazo a base de remover yemas y azúcar y, sobre todo, echarle mucho amor".
La repostera no tiene palabras para agradecer a tanta gente interesada en adquirir una de las cuñas que hornean y que, cuando llegan, están agotadas y vuelven a insistir en otro momento. Y es que el número de cuñas diarias es limitada a las manos, el esfuerzo y el tiempo que tienen estas hermanas, porque todo es artesano y el proceso de elaboración de las cuñas es largo. "Amasar, estirar, fermentar, hornear, esperar a que se enfríen para terminarlas con yema y chocolate", explica la pastelera.
Las cuñas que traspasan fronteras
Los clientes más fieles saben que a la cuña tradicional se han ido sumando otras más innovadoras como la de nutella, Ferrero, Kinder, chocolate blanco, coco, entre otras.
En el periodo navideño han elaborado los mantecados (chocolate, piñón, ajonjolí, almendra), las tortas de manteca, las torteras de cidra, los troncos de Navidad y los roscones de Reyes. Todos con el sabor auténtico de los artesano. El buen hacer de Las Melonas y su popularidad ha traspasado fronteras y reciben encargos de Estados Unidos, Holanda, Francia, Bélgica, entre otros países.

Cuando dicen que el secreto está en la masa habría que añadir que también en las manos de quienes la elaboran y en el tacto, el cariño y el respeto a la tradición. En Las Melonas tienen un máster en ello y cuidan con mismo su dulce negocio que debe la fama a ese dulce en forma de rueda que, partido en triángulos, se convierte en cuña. Una cuña que viene acompañada de casi 26 años de dedicación a endulzar las tardes de todos.

A día de hoy, los hermanos Montero no tienen intención de seguir expandiendo el negocio. «Queremos continuar con la calidad que damos a los clientes. Es el sello que nos distingue», garantiza Dori. «Siempre hay que agradecer a todos aquellos que han venido a por cuñas, no quedaban, y se han vuelto a pasar por el obrador para volver por ellas», explica Mª José. «El que quiere una cuña de «Las Melonas» no se conforma con otra cosa», ríe.
Puntos de venta:
Puebla del Río: C/ La Niña, 13 (obrador) y C/ Dª Manuela Álvarez, 25; Coria del Río: C/ Quevedo, 52; Bollullos de la Mitación (Avenida de la Constitución).