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  • Foto del escritorLa Voz de Coria

3-1: Dos minutos de furia

Frente a un rival respondón pese a sus escasos argumentos, el Sevilla acopió dos goles de renta para viajar dentro de una semana a Zagreb, donde el Dinamo espera reeditar la hazaña que le puso el foco encima hace un año: eliminó al Tottenham de Mourinho tras perder 2-0 en Londres.



Como ya nos vamos conociendo, auguramos que Lopetegui agitará ese dato como un espantajo cuando, la verdad, es que el sorteo le ha regalado a su equipo una ronda de calentamiento en la Liga Europa antes de que las cosas se pongan serias de verdad. Bastaron dos minutos de rebeldía tras el momentáneo empate de los croatas y un, otro, buen partido de Papu Gómez para poner un pie en los octavos. Aun sin ser una noche redonda, porque algún apurillo se pasó y se sumó la lesión de Rekik –veremos también qué le pasa a Diego Carlos–, el trabajo está (casi) hecho.


“¡Vamos!”, gritaba Anthony Martial, más alivio que contento, mientras corría hacia el córner de la confluencia entre Preferencia y Gol Norte, donde acababa de marcar su primer como sevillista. Coronaba el delantero francés un final del primer tiempo loco, desordenado, de ida y vuelta, por fin… emocionante que había deparado el Sevilla tras otros cuarenta minutos de espesura y sopor. Antes del cuarto de hora, y cuando Bono ya había sacado la capa de superhéroe para volar a un disparo de Orsic, Rakitic había marcado de penalti en magro desagravio por su error de Pamplona. Una pena máxima cometida por Livakovic, portero croata, cuando Papu Gómez se aprestaba a remachar un despeje corto suyo a tiro del jugador cedido por el Manchester United. ¿Al fin un partido cuesta abajo? Ni lo sueñen.


Es posible que Julen Lopetegui soñase con mantener ese golito de renta durante los casi ochenta minutos que faltaban en Nervión y el partido entero de Zagreb. Los entrenadores cag… prudentes, a veces, piensan cosas muy raras. Total, que el Sevilla entró en esa fase narcótica tan desconcertante para sus partidarios hasta que Orsic, que es bastante bueno, lo sacó del letargo con un mazazo. Erró Diego Carlos un despeje, no le guardaba las espaldas Koundé porque había ido imprudentemente a una presión demasiado lejana y castigó el delantero balcánico con el 1-1. Menos mal que Ocampos, con una volea meritoria, replicaba nada más sacar de centro y en una contra, tras pausa y sutil presentación de balón del Papu, Martial se estrenaba con un remate no demasiado fuerte pero muy cruzado, preciso, inalcanzable para el portero. “¡Vamos!”, chilló el galo porque, quizá, todavía no ha aprendido a decir “ufff”.


Como si el gol del Dinamo hubiese sido un electroshock, se desbocó el Sevilla tras encajarlo, venido arriba en banderillas, para depararle a sus fieles los instantes más rumbosos de la temporada. Se incumplió el mandamiento de la portería a cero, oye, pero ni tan mal. La felicidad no es un estado, sino el aroma que queda tras una plenitud fugaz y apenas imperceptible. A esto sabía el fútbol, por lo visto, antes de la tiranía del pase de seguridad.

La segunda parte comenzó con un disgusto, la lesión de un Rekik que aparenta problema muscular serio, y un susto, doble, porque Bono tuvo que sacarse dos trucos de su chistera para detener el cabezazo de Lauritsen y hacerse grande ante Juric, que se disponía a remachar. Fueron tres las intervenciones meritorias del portero marroquí, en total, al que se ha añorado durante la Copa de África más de lo que cualquier técnico querría admitir. Dmitrovic está bien, vale, pero éste habita otro planeta. Serían, así, 135 minutos los de sesteo previsto en la eliminatoria por un Lopetegui que no cambió para marcar un cuarto gol –aunque Ocampos lo rozó–, sino para que las piernas frescas de los sustitutos acorazasen su área. Que nadie espere una exhibición en Zagreb, adonde el Sevilla irá a intentar que nada ocurra.


FICHA TÉCNICA


Sevilla FC (3): Bono, Koundé, Diego Carlos, Rekik (Gudelj, minuto 50), Acuña, Fernando (Óliver Torres, minuto 60), Papu Gómez, Rakitic, Ocampos (Jesús Navas, minuto 85), Munir (Delaney, minuto 60) y Martial (En-Nesyri, minuto 60).


Dínamo de Zagreb (1): Livakovic, Théophile (Lauritsen, minuto 46), Sutalo, Franjic, Ristovski (Spikic, minuto 77), Gojak, Ademi, Bockaj (Stefulj, minuto 69), Juric (Emreleic, minuto 57), Orsic y Petkovic (Moharrami, minuto 77).


Goles: 1-0, minuto: Rakitic, minuto 13. 1-1, minuto 41: Orsic. 2-1, minuto 43: Ocampos. 3-1, minuto 45: Martial.


Árbitro: Marco Guida, italiano. Amarillas para Livakovic, Acuña, Petkovic y Ristovski.

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